EDUCACIÓN VIRTUAL
Octubre 31, 2025

Cuando Laura decidió inscribirse en una especialización virtual, ya trabajaba ocho horas diarias en una empresa de tecnología. “Tenía muchas dudas y me convencí de que no me rendían las horas, hasta que entendí que en realidad lo que me frenaba era el miedo a seguir aplazando mis estudios”.
Su caso refleja el de muchas personas que combinan trabajo y estudio al mismo tiempo. Entre reuniones, clases y entregas, Laura aprendió a reorganizar su semana y a priorizar tareas: “Una noche, mientras esperaba que terminara la lavadora, abrí el computador y avancé en una clase. Ese día entendí que no se trataba de tener más horas, sino de usar los minutos que ya tenía para seguir aprendiendo”.
En la historia de Laura , las ventajas de educación virtual le permitieron decidir cuándo y cómo estudiar, sin sacrificar ningún aspecto de su vida.
Los hábitos marcan la diferencia, además de entender que el “momento perfecto” no se encuentra: se hace. Algunas estrategias que Laura aplicó (y que tú puedes probar) son:
En palabras de Laura: “Aprendí a decir que no sin sentir culpa. Ahora puedo cerrar el computador tranquila, sabiendo que cada avance, por pequeño que sea, me acerca a la vida que quiero”.
Si estás en la misma situación, aprender sobre organización de tiempo para estudiar y trabajar puede darte herramientas para equilibrar varias responsabilidades.
Aunque al principio puede parecer un desafío abrumador, combinar el estudio con el trabajo ofrece aprendizajes que van más allá del aula. Con esfuerzo, organización y paciencia, muchas personas descubren que las ventajas de trabajar y estudiar al mismo tiempo hacen que el esfuerzo valga la pena:
Laura cuenta que estudiar y trabajar la hizo mirar su rutina de otra forma. “Antes sentía que el día se me iba sin hacer nada, pero ahora aprovecho cada rato: leo en el bus o adelanto tareas mientras almuerzo. Esta vez logré terminar un módulo completo sin trasnocharme, y esa sensación de cumplir con mis tiempos fue incluso mejor que la nota final”.
No todo es sencillo. Entre las desventajas de trabajar y estudiar al mismo tiempo se encuentran la falta de descanso y el riesgo de estrés.
Aprender a planificar las jornadas y definir horarios realistas es importante para prevenir el agotamiento crónico o la pérdida de motivación, como explica este artículo sobre gestión del tiempo en entornos virtuales.
Algunos consejos prácticos son:
Laura lo resume bien: “Hay días agotadores, claro. Pero cada vez que apruebo una materia o termino un proyecto grande, siento que todo el esfuerzo vale la pena. Es bonito darse cuenta de que sí puedo con esto”.
Las consecuencias de trabajar y estudiar al mismo tiempo pueden sentirse en el cansancio o la falta de más momentos libres, pero también en la satisfacción de alcanzar metas personales, fortalecer la disciplina y descubrir hasta dónde puede llegar tu capacidad de organización.
Combinar trabajo y estudio al mismo tiempo no se trata de hacerlo todo perfecto, sino de encontrar un ritmo que funcione en la vida real. Laura lo descubrió cuando empezó a aprovechar los pequeños momentos del día para avanzar. Con esa rutina encontró un balance que le permitió seguir creciendo sin descuidar su trabajo.
Como ella, muchos estudiantes de Rosario Virtual están transformando sus horarios en oportunidades. Lo importante no es correr, sino mantenerse en movimiento. Y tú, ¿te animarías a dar ese paso?
Fuentes:
Organización Internacional del Trabajo. (2023). Jóvenes y trabajo: desafíos para la educación y la formación. Disponible en: https://www.ilo.org/
Universidad de Harvard – Division of Continuing Education. (2022). How to balance work, school, and life. Disponible en: https://extension.harvard.edu
American Psychological Association. (2021). Managing stress for college students. Disponible en: https://www.apa.org
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